El traumatismo craneoencefálico, o TCE, es un problema médico grave, independientemente de la edad del paciente. El TCE es una forma de lesión cerebral adquirida no degenerativa que resulta de un golpe o sacudida en la cabeza (o cuerpo) o una lesión craneal penetrante que interrumpe la función normal del cerebro: el rango de gravedad puede variar y pueden surgir diferentes efectos secundarios según el tipo de TCE, la naturaleza de la lesión y el individuo en particular.
Existen grandes diferencias entre adultos y niños cuando de TCE se trata: este es la principal causa de discapacidad y muerte de los niños en el mundo, siendo los dos grupos con mayor riesgo los de 0 a 4 años y los de 15 a 19 años.
El TCE puede afectar negativamente el desempeño de un niño en el hogar, la escuela, la comunidad y los entornos sociales, impactando de distintas maneras en sus actividades diarias. Por lo tanto, es necesaria la colaboración entre padres, educadores, personal sanitario, profesionales de rehabilitación y otras personas que trabajan con el pequeño para promover el funcionamiento exitoso y la autonomía del niño tras haber sufrido un TCE.
TCE en niños: datos rápidos
- Aproximadamente 475.000 traumatismos craneoencefálicos (TCE) ocurren anualmente en niños menores de 14 años.
- Los niños de 0 a 4 años tienen mayor riesgo de sufrir una TCE según las estadísticas.
- Se estima que hay 64.000 hospitalizaciones anuales por TCE en niños.
- Se cree que 2 de cada 5 lesiones cerebrales en los niños están asociadas con la participación en actividades deportivas y recreativas.
- El TCE producto de un traumatismo involuntario es una de las principales causas de muerte entre los jóvenes.
¿En qué se diferencia el TCE en niños?
Los efectos del TCE en los niños difieren en varios aspectos de las consecuencias que pueden sufrir los adultos:
- Debido a que el cerebro del niño aún se está desarrollando, las lesiones pueden alterar el curso del desarrollo del cerebro y sus funciones.
- Tras una lesión neurológica, se retiene y se utiliza la información previamente aprendida, que proporciona importantes componentes para el aprendizaje posterior del niño: sin embargo, en los niños muy pequeños, estos componentes básicos son relativamente pocos, lo que los obstaculiza como aprendices en comparación con los niños mayores o adultos con lesiones cerebrales similares, que tienen bases más grandes de información intacta para utilizar.
- Es posible que los efectos del TCE en niños no se vean de forma instantánea tras la lesión: en una gran cantidad de casos se vuelven evidentes durante el curso del desarrollo del pequeño, cuando el mismo debe recurrir a esas habilidades afectadas por la lesión. Por ejemplo, es posible que los problemas en el pensamiento abstracto no sean evidentes hasta que el niño con TCE llegue a una edad en la que el pensamiento abstracto entre en el ámbito de las posibilidades para cualquier niño en su mismo nivel de desarrollo.
TCE en niños: la importancia de prevenir
Las causas principales de TCE en niños incluyen lesiones relacionadas con el deporte, caídas, accidentes automovilísticos y traumatismos intencionales como el síndrome del bebé sacudido. Las siguientes son algunas estrategias que pueden usarse para reducir los riesgos de TCE en los más pequeños de la familia:
- Uso de casco protector. Hacer cumplir el uso de cascos siempre que se realice cualquier tipo de actividad en la que exista riesgo de golpe. Las actividades o deportes donde se deberían utilizar cascos protectores incluyen: Montar en bicicleta, andar en monopatín, patinar, montar en patineta, andar en trineo, esquí, fútbol americano o rugby, jockey, montar a caballo, entre otras.
- Asegurarse de que los niños jueguen solo donde sea seguro. Es importante buscar áreas de juego que sean seguras para los niños: en aquellos lugares en los que existan estructuras para trepar, es fundamental verificar que existan superficies blandas debajo para mitigar el impacto de las caídas.
- Se debe supervisar a los niños pequeños mientras juegan.
- Es importante cuidar la seguridad en el hogar.
- Bloquear escaleras con puertas de seguridad
- Asegurarse de que las ventanas estén bien seguras (por ejemplo, instalando protectores de ventanas)
- Respetar siempre las medidas seguridad en los coches.
- Debemos asegurarnos de que los bebés y los niños pequeños siempre dispongan de asientos de seguridad adecuados a la hora de llevarlos en el coche.
- Es fundamental y necesario el uso de cinturón de seguridad
- Se debe llevar siempre a los niños menores de 13 años en el asiento trasero del coche