El retraso en el desarrollo se produce cuando un niño no muestra el mismo grado de avance que otros pequeños de su edad en una o más áreas de crecimiento emocional, mental o físico. Si un pequeño manifiesta algún tipo de retraso en el desarrollo, el tratamiento temprano es la mejor manera de ayudarlo a progresar o incluso a ponerse al día.
Hay muchos tipos diferentes de retrasos en el desarrollo en bebés y niños. Estos incluyen dificultades en distintas áreas como:
- Lenguaje o habla
- Visión
- Movimiento o habilidades motoras
- Habilidades sociales y emocionales
- Habilidades cognitivas
Abordaje en bebés e infantes con retraso en el desarrollo
Los especialistas recomiendan tratar a los bebés y niños pequeños con retrasos en el desarrollo lo antes posible: esto ayuda a evitar que la afección persista o empeore con el tiempo.
Fisioterapia y terapia ocupacional
Los terapeutas ocupacionales ayudan a los niños con problemas de motricidad fina o dificultad para procesar información sensorial, como la luz, el sonido y el tacto. Por ejemplo, en la terapia ocupacional se podrán ofrecer ejercicios para ayudar al niño a hacer cosas sencillas y cotidianas como manejar juguetes pequeños.
También pueden brindarle al pequeño estrategias y herramientas, como juegos de luz o sonido, para ayudarlo a responder adecuadamente a las luces brillantes, los sonidos fuertes y las sensaciones táctiles inusuales.
La fisioterapia por su parte se centra en mejorar la fuerza, la coordinación y el equilibrio del bebé o infante. Los terapeutas ofrecen ejercicios y actividades para ayudar al pequeño a alcanzar los hitos del desarrollo, como estar de pie y caminar.
Logopedia y la alimentación
Si el pequeño paciente tiene un retraso en la comunicación, un logopeda podrá ayudar a la familia para mejorar las habilidades de comunicación a través del desarrollo del lenguaje y la producción del habla. Por ejemplo, se puede incentivar el vocabulario y la longitud de las oraciones en casa hablándole al niño en oraciones breves y concretas mientras se realizan actividades cotidianas, como bañarse o jugar con juguetes. El especialista también aconsejará a los padres sobre los hitos del habla y el lenguaje apropiados para la edad del niño y cómo ayudarlo a mejorar su capacidad para comunicarse.
Para los niños que tienen un problema motor oral que interfiere con la alimentación con biberón o con la masticación y la deglución de alimentos, el logopeda implementará tratamientos faciales o ejercicios de lengua, labios y mandíbula para fortalecer los músculos de la boca y mejorar la alimentación. Estos ejercicios se pueden combinar con los ejercicios referidos a trabajar sobre el habla y la comunicación.
Abordaje del retraso en el desarrollo para niños mayores
También existen terapias y abordajes específicos para niños mayores de tres años y adolescentes que tienen retrasos en el desarrollo con o sin problemas de conducta.
Logopedia
El logopeda ayudará al niño con retrasos o trastornos del lenguaje y del habla a mejorar su comunicación: este proceso podrá incluir ayudar al niño a aprender a hablar en oraciones cada vez más complejas y trabajar en la producción del habla. El logopeda también ofrecerá estrategias para volver a aprender las habilidades del lenguaje que pueden haberse perdido tras una lesión neurológica.
Fisioterapia y terapia ocupacional
Un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional que trate a niños en edad escolar con retrasos motores ayudará a que puedan adquirir habilidades físicas y destreza para realizar actividades apropiadas para su edad tanto en el hogar como en la escuela, ya sea moviéndose por el aula, jugando con amigos o participando en deportes.
Los terapeutas ocupacionales por su parte se enfocarán en tareas que involucren habilidades motoras finas, como atarse los zapatos y escribir con un lápiz o bolígrafo. Los fisioterapeutas ofrecerán ejercicios para mejorar la fuerza, el equilibrio y la coordinación en niños con problemas de motricidad gruesa, que pueden afectar actividades como subir escaleras, correr y saltar.
En este sentido, los terapeutas ocupacionales también trabajan con niños con trastornos del procesamiento sensorial para ayudarlos a cambiar los alimentos blandos, sin textura o «blancos» de la infancia por alimentos con más textura, colores y apropiados para su edad.
Terapia de habilidades sociales
La terapia de habilidades sociales es un enfoque basado en la investigación para enseñar a los niños desde los tres años a comportarse en un entorno social, controlar su comportamiento y comunicarse de manera más eficaz. Este tipo de terapia generalmente se brinda en un entorno grupal con un psicólogo con experiencia en el trabajo con niños que tienen un retraso social o emocional, como timidez o rabietas, dificultades de atención o con TEA.
Estos terapeutas eligen actividades estructuradas y apropiadas para la edad que desarrollan y refuerzan habilidades sociales importantes, como hacer frente a la timidez; interpretar señales no verbales; compartir; iniciar y mantener el juego; y seguir instrucciones.
Psicología o terapia cognitiva
Para los casos de retrasos en el desarrollo para niños mayores a los 3 años también se implementa la terapia cognitivo-conductual, en la que los niños reciben estrategias para reducir preocupaciones o miedos y mejorar sus habilidades sociales y conductuales. Esto ayuda a reforzar las mejoras en los niños con retrasos sociales y emocionales. El terapeuta podrá ayudar al niño a concentrarse en un desafío específico, como negarse a hablar debido a una timidez extrema, ansiedad por interactuar con sus compañeros o dificultad para regular el comportamiento.