Los trastornos neurocognitivos son un grupo de afecciones que con frecuencia conducen a un deterioro de la función mental. Suelen ocurrir con mayor frecuencia en adultos mayores, pero también pueden afectar a personas más jóvenes.
¿Qué aspectos se ven afectados por los trastornos neurocognitivos?
Entre las funciones cognitivas alteradas por este tipo de afecciones, se observan las siguientes:
- Alteraciones de memoria
- Cambios en la forma de comportarse
- Dificultades para comunicarse
- Problemas para hacer actividades cotidianas
Los trastornos neurocognitivos pueden surgir a raíz de diferentes causas: por un lado, pueden deberse a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o la demencia. Las enfermedades neurodegenerativas hacen que el cerebro y los nervios se deterioren con el tiempo, lo que resulta en una pérdida gradual de la función neurológica.
Por el otro, los trastornos neurocognitivos también pueden desarrollarse como resultado de un daño cerebral, provocado por traumatismo craneoencefálico, ictus, tumores cerebrales o por abuso de sustancias. La causa y la gravedad de los trastornos neurocognitivos pueden ayudar a los especialistas a determinar el mejor curso de tratamiento para ese paciente en particular.
Trastornos neurocognitivos y situaciones de riesgo
El riesgo de desarrollar trastornos neurocognitivos depende en parte del estilo de vida y hábitos diarios. Trabajar en un entorno expuesto a metales pesados puede aumentar considerablemente el riesgo de sufrir trastornos neurocognitivos, ya que estos compuestos pesados, como el plomo y el mercurio, pueden dañar el sistema nervioso con el tiempo. Esto significa que la exposición frecuente a estos metales aumenta el riesgo de disminución de la función mental.
Las probabilidades de desarrollar un trastorno cognitivo se ven aumentadas si existen algunas de las siguientes condiciones:
- Tener más de 60 años
- Tener un trastorno cardiovascular
- Diabetes
- Abusar del alcohol o las drogas
- Practicar deportes con alto riesgo de traumatismo craneoencefálico, como fútbol y rugby
Trastornos neurocognitivos: sus causas
La causa más común de un trastorno neurocognitivo es la enfermedad neurodegenerativa, que puede conducir al desarrollo de trastornos neurocognitivos como:
- Enfermedad de Alzheimer
- Enfermedad de Parkinson
- Enfermedad de Huntington
- Demencia
- Esclerosis múltiple
Sin embargo, en personas menores de 60 años, es más probable que ocurran trastornos neurocognitivos tras haber sufrido una lesión neurológica o una infección cerebral. Por otro lado, dentro de las afecciones no degenerativas que pueden causar trastornos neurocognitivos encontramos las siguientes:
- Conmoción cerebral
- Daño cerebral traumático que causa sangrado en el cerebro o en el espacio alrededor del cerebro
- Coágulos de sangre
- Meningitis
- Encefalitis
- Septicemia
- Consumo excesivo de alcohol o drogas
- Deficiencia de vitaminas
Trastornos neurocognitivos: los síntomas
Los síntomas de los trastornos neurocognitivos pueden variar según la causa que les ha dado origen. Cuando la afección ocurre como resultado de una enfermedad neurodegenerativa, las personas pueden experimentar:
- Pérdida de memoria
- Sensaciones de confusión
- Ansiedades
Otros síntomas que pueden ocurrir en pacientes con trastornos neurocognitivos son:
- Dolores de cabeza, especialmente en aquellos con una conmoción cerebral o un trastorno craneoencefálico
- Incapacidad para lograr enfoque o concentración
- Pérdida de la memoria a corto plazo
- Dificultades para realizar actividades diarias de rutina
- Alteraciones en la marcha y en el equilibrio
- Problemas o afectación a la visión
¿Cómo se diagnostican los trastornos neurocognitivos?
Para garantizar un diagnóstico preciso, los especialistas realizarán varias pruebas de diagnóstico que permitirán diferenciar los síntomas de los trastornos neurocognitivos de otro tipo de enfermedades.
Tomografía computarizada craneal
Esta prueba utiliza una serie de imágenes de rayos X para crear imágenes del cráneo, el cerebro, los senos nasales y las cuencas de los ojos. Puede usarse para examinar los tejidos blandos del cerebro.
Resonancia magnética de la cabeza
Aqui se utilizan potentes imanes y ondas de radio para producir imágenes detalladas del cerebro. Estas imágenes pueden mostrar signos de daño cerebral.
Tomografía por emisión de positrones (PET)
Una exploración PET utiliza un tinte especial que contiene marcadores radiactivos. Estos trazadores se inyectan en una vena y se extienden por todo el cuerpo, destacando las áreas dañadas.
Electroencefalograma (EEG)
Mide la actividad eléctrica en el cerebro. Esta prueba puede ayudar a detectar cualquier problema asociado con esta actividad.
Trastornos neurocognitivos y tratamiento
El tratamiento de los trastornos neurocognitivos varía según la causa subyacente y cada caso en particular. En DACER creemos en la atención holística y en buscar la mejor vía de tratamiento personalizado para cada uno de nuestros pacientes, siempre en base a un enfoque multidisciplinar con la colaboración de distintas disciplinas.
Los tratamientos para los trastornos neurocognitivos suelen incluir:
- Neurología: Analgésicos para aliviar los dolores de cabeza y antibióticos para eliminar las infecciones, cuando el trastorno neurocognitivo surja de una enfermedad como la meningitis
- Neurocirugía: Cirugía para reparar cualquier daño cerebral severo
- Neuropsicología para intervenir en los problemas cognitivos, emocionales y conductuales.
- Logopedia, para mejorar los aspectos relacionados con la comunicación.
- Terapia ocupacional para ayudar a desarrollar las habilidades cotidianas
- Fisioterapia para mejorar la fuerza, la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad del paciente