La parestesia es una sensación anormal que se siente en el cuerpo debido a la compresión o irritación de los nervios: esta irritación puede ser mecánica, como lo que sucede cuando tenemos un nervio pinzado, o puede deberse a una condición médica, lesión o enfermedad.
Parestesia y sus síntomas
Los síntomas de parestesia pueden variar de leves a graves, y pueden ser fugaces o duraderos, dependiendo del caso particular. Saber qué es la parestesia y cómo se debe actuar frente a ella es información valiosa que puede servir para determinar si se requiere ayuda de un profesional sanitario.
La parestesia puede causar una variedad de síntomas en brazos o piernas:
- Entumecimiento
- Hormigueo
- Picazón
- Dificultad para contraer los músculos y usar el brazo o la pierna afectados
- Sensación de frio
- Ardor
- Sensación de adormecimiento en el brazo o pierna afectados
En la mayoría de los casos estos síntomas se sienten en un brazo o en una pierna, y suelen durar poco tiempo (30 minutos o menos), siendo además un evento de poca intensidad.
Parestesia: ¿cuáles son las causas?
No siempre es posible determinar la causa de la parestesia, aunque aquellas temporales suelen deberse en la mayoría de los casos a la presión sobre un nervio o períodos breves de mala circulación. Esto puede suceder, por ejemplo, cuando una persona se queda dormida sobre su mano o se sienta con las piernas cruzadas durante un periodo muy largo de tiempo.
Por el contrario, la parestesia crónica puede ser un signo de daño en los nervios, como la radiculopatía y la neuropatía.
Radiculopatía
Esta es una afección en la que las raíces nerviosas se comprimen, irritan o inflaman. Esto puede ocurrir cuando la persona sufre algunas de las siguientes cuestiones:
- Una hernia de disco que presiona un nervio
- Un estrechamiento del canal que transmite el nervio de su médula espinal a la extremidad
- Cualquier masa que comprima el nervio cuando sale de la columna vertebral
La radiculopatía que afecta la espalda baja se llama radiculopatía lumbar: esta puede causar parestesia en la pierna o pie. En casos más graves, puede producirse compresión del nervio ciático y provocar debilidad en ambas piernas. El nervio ciático es un nervio grande que comienza en la médula espinal inferior.
La radiculopatía cervical, por otro lado, involucra los nervios que brindan sensibilidad y fuerza a los brazos. Cuando existe este tipo de radiculopatía se puede experimentar lo siguiente:
- Dolor de cuello crónico
- Parestesia de las extremidades superiores
- Debilidad del brazo
- Debilidad de la mano
Neuropatía
La neuropatía se produce debido a un daño nervioso crónico: la causa más común es la hiperglucemia o niveles altos de azúcar en sangre.
Otras posibles causas de neuropatía incluyen:
- Traumatismo
- Lesiones por movimientos repetitivos
- Enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoide
- Enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple
- Enfermedades renales
- Enfermedades del hígado
- Tumores en el cerebro o cerca de los nervios
- Trastornos de la médula ósea o del tejido conectivo
- Hipotiroidismo
- Exceso de vitamina d
- Infecciones, como la enfermedad de lyme, el herpes zóster o el VIH
- Ciertos medicamentos, como los de quimioterapia
- Exposición a sustancias tóxicas, como productos químicos o metales pesados
Parestesia: cuándo buscar ayuda
En general, si los síntomas de entumecimiento y hormigueo aparecen cuando la persona está sentada en una posición incómoda o tras haberse dormido sobre su mano, la parestesia debería desaparecer a los pocos minutos de iniciar el movimiento nuevamente.
Si la extremidad afectada sigue con hormigueo o le cuesta moverse tras una hora, esto puede estar indicando la necesidad de consultar con un médico. Si la causa de la parestesia se debe a una afección aguda del sistema nervioso central, como un ictus, el tiempo entre el síntoma y la atención médica es fundamental para el pronóstico.
Parestesia persistente y tratamiento
Para la parestesia persistente, cuando los síntomas no desaparecen al volver a poner en movimiento el cuerpo o la extremidad adormecida, el tratamiento correcto depende de la causa que origina estas sensaciones anormales de hormigueo o entumecimiento. El abordaje para la parestesia dependerá del diagnóstico específico, y el médico especialista será el encargado de indicar cuál es el mejor camino a seguir.
Si los síntomas son causados por una afección del sistema nervioso central como la Esclerosis Múltiple o el ictus, el paciente deberá trabajar en estrecha colaboración con el médico o equipo de neurorrehabilitación para obtener el tratamiento adecuado. En algunos casos los medicamentos ayudan con este tipo de síntomas, la fisioterapia y terapia ocupacional puede mejorar la movilidad funcional general que puede verse afectada por la parestesia.
Si la parestesia es causada por la compresión de un nervio espinal, como en una afección como los problemas de ciática, la fisioterapia para ayudar a aliviar la presión del nervio. El profesional podrá recomendarle al paciente ejercicios para la columna vertebral que pueden aliviar la compresión del nervio y restaurar las sensaciones y el movimiento normales en su brazo o pierna.
Finalmente, la neuropatía periférica por diabetes también puede causar parestesia y sensaciones anormales en los pies. En estos casos, los síntomas suelen ser permanentes, por lo que se requerirá de un abordaje integral del equipo médico para poder indicar el mejor tratamiento para reducir las molestias.