parestesia

Una neuropatía es el daño o disfunción de uno o más nervios que generalmente resultan en entumecimiento, hormigueo, debilidad muscular y dolor en el área afectada. Las neuropatías comienzan con frecuencia en las manos y pies, pero otras partes del cuerpo también pueden verse afectadas.

Esta afectación, frecuentemente llamada neuropatía periférica, indica un problema dentro del sistema nervioso periférico. El sistema nervioso periférico es la red de nervios fuera del cerebro y médula espinal. El cerebro y la médula espinal forman el sistema nervioso central. Para comprenderlo mejor, pensemos en estos dos sistemas trabajando juntos de esta manera: el sistema nervioso central es la estación central, el centro de control, el eje desde el que van y vienen todos los trenes. Por su parte, el sistema nervioso periférico son las pistas que se conectan a la estación central. Las vías (la red de nervios) permiten que los trenes (señales de información) viajen hacia y desde la estación central (cerebro y médula espinal).

La neuropatía se produce cuando las células nerviosas, llamadas neuronas, se dañan o se destruyen. Esto altera la forma en que las neuronas se comunican entre sí y con el cerebro. La neuropatía puede afectar un nervio (mononeuropatía) o un tipo de nervio, una combinación de nervios en un área limitada (neuropatía multifocal) o muchos nervios periféricos en todo el cuerpo (polineuropatía).

¿Qué tipos de nervios perifericos existen y qué hacen?

El sistema nervioso periférico está formado por tres tipos de nervios, cada uno de los cuales tiene un papel importante para mantener el cuerpo sano y funcionando correctamente.

  • Los nervios sensoriales llevan mensajes de los cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto, tacto) a través de la médula espinal hasta el cerebro. Por ejemplo, un nervio sensorial le comunicaría a nuestro cerebro información sobre los objetos que sostenemos en nuestra mano, u otros datos el dolor, la temperatura y la textura.
  • Los nervios motores viajan en la dirección opuesta a los nervios sensoriales. Llevan mensajes desde el cerebro hacia los músculos. Estos le dicen a sus músculos cómo y cuándo contraerse para producir movimiento.
  • Los nervios autónomos son responsables de las funciones corporales que ocurren fuera de nuestro control directo, como la respiración, la digestión, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la sudoración, el control de la vejiga y la excitación sexual. Los nervios autónomos monitorean y responden constantemente a las tensiones externas y las necesidades corporales. Por ejemplo, cuando hacemos ejercicio, la temperatura de nuestro cuerpo aumenta. El sistema nervioso autónomo desencadena la sudoración para evitar que la temperatura del cuerpo suba demasiado.

El tipo de síntomas que se produzcan en una neuropatía periférica dependerán del tipo de nervio dañado.

Neuropatía periférica y síntomas frecuentes

Los síntomas de la neuropatía periférica se pueden clasificar en síntomas motores, sensoriales y autónomos.

Los síntomas motores incluyen debilidad y atrofia muscular. Por lo general, la debilidad comienza distalmente, afectando más gravemente los músculos de los pies y las piernas antes de que afecten las manos y los antebrazos. Si la debilidad comienza en la niñez, pueden producirse deformidades de los pies, las manos y la columna vertebral, como pies en garra, arcos altos o dedos en martillo.

Los síntomas sensoriales consisten tanto en síntomas negativos (pérdida de sensibilidad) como en síntomas positivos (sensación anormal). Los síntomas sensoriales negativos son el deterioro o la pérdida de modalidades sensoriales como la presión táctil, el dolor, la temperatura, la vibración y el sentido de la posición de las articulaciones. Los síntomas sensoriales positivos incluyen hormigueo (parestesia), dolor y sensación anormal e incómoda (disestesia).

Los síntomas autonómicos son causados ​​por daños en los nervios que controlan las funciones autónomas, como el mantenimiento de la presión arterial, los reflejos pupilares, la sudoración, la secreción de lágrimas, la salivación y el control de la vejiga, los intestinos y la función eréctil. La disfunción autonómica produce falta de sudoración, mareos al ponerse de pie provocados por una caída de la presión arterial, retraso en el vaciamiento gástrico, distensión abdominal, retención o incontinencia urinaria, estreñimiento y disfunción eréctil.

¿Cómo se diagnostica la neuropatía periférica?

La neuropatía periférica se diagnostica sobre la base de una evaluación clínica realizada por un neurólogo, que incluye la historia de los síntomas del paciente y un examen físico. Por lo general también se realizan estudios de conducción nerviosa para confirmar el diagnóstico.

  • Historia clínica y examen físico: Primero, el médico realizará una historia clínica y un examen físico completos,  revisará sus síntomas y hará preguntas sobre cuestiones como antecedentes familiares de enfermedades del sistema nervioso, la dieta y consumo de alcohol.
  • Examen neurológico: durante un examen neurológico, el médico verificará los reflejos del sujeto, su coordinación y equilibrio, su fuerza y ​​tono muscular y su capacidad para sentir sensaciones (como un toque ligero o frío).
  • Análisis de sangre y pruebas por imágenes: su médico también puede ordenar análisis de sangre y pruebas por imágenes. Los análisis de sangre pueden revelar desequilibrios de vitaminas y minerales, desequilibrios de electrolitos (indicador de problemas renales, diabetes, otros problemas de salud), problemas de tiroides, sustancias tóxicas, anticuerpos contra ciertos virus o enfermedades autoinmunes. Las imágenes por resonancia magnética pueden detectar tumores, nervios pinzados y compresión nerviosa.
  • Pruebas genéticas: se puede solicitar si el médico sospecha que una condición genética está causando su neuropatía.
  • Evaluación de electrodiagnóstico: es posible que el médico envíe al paciente a un especialista en nervios para que le realice este tipo de examen para encontrar la ubicación y el grado de daño nervioso. Aquí se incluyen dos pruebas distintas: por un lado, el estudio de conducción nerviosa (que mide el tamaño de respuesta y la rapidez con la que el nervio transmite la señal eléctrica) y por el otro la electromiografía con aguja (con este examen se puede determinar la salud de un musculo y si existe alguna desconexión entre el nervio y el musculo midiendo la actividad eléctrica del mismo mientras está en uso).
  • Biopsias de tejido: en algunos casos, se necesita una biopsia de nervio, músculo o piel para confirmar el diagnóstico. Durante una biopsia, se extrae una pequeña muestra de tejido para examinarla con un microscopio.

Para casos de emergencia Llamar al :91-667-16-46

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