enfoque pediátrico, la afasia infantil y daño cerebral infantil o DCI
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Pediátrico y afasia infantil en el DCI
Pediátrico y afasia infantil en el DCI
En lo que refiere al enfoque pediátrico de la afasia infantíl, un adecuado tratamiento luego de un daño cerebral infantil o DCI puede significar la diferencia en la calidad de vida del pequeño paciente.
El daño al cerebro, ya sea por accidente cerebrovascular, trauma en la cabeza, tumor o infección, puede afectar numerosas habilidades en lo pediátrico y, en última instancia, tener un gran impacto en la vida diaria de un niño. Cuando las vías para la comprensión y producción del lenguaje son interrumpidas o destruidas por una lesión por daño cerebral infantil en el lado izquierdo del cerebro en particular, se desarrolla un trastorno del lenguaje adquirido llamado afasia infantil.
Pediátrico daño cerebral
Si bien los síntomas del daño cerebral infantil o DCI son similares a los experimentados por los adultos, el impacto funcional puede ser muy diferente ya que el cerebro a temprana edad todavía se está desarrollando. Las deficiencias cognitivas de los niños con lesión cerebral pueden no ser inmediatamente obvias después de la lesión, pero pueden volverse evidentes a medida que el pequeño va creciendo. Estas implicaciones pueden crear desafíos de por vida para vivir y aprender para los niños, sus familias, escuelas y comunidades. Veamos algunos de los signos que se asocian comúnmente al DCI pediátrico:
Físico
- Fatiga
- Dolores de cabeza
- Problemas de movimiento, equilibrio y / o coordinación
- Velocidad motora y déficit de programación
- Fuerza muscular reducida (paresia / parálisis)
Percepción sensorial
- Disfunción auditiva por lesión en el oído externo, el oído medio, el oído interno y / o el lóbulo temporal, lo que resulta en: disfunción auditiva central; hipersensibilidad a los sonidos (hiperacusia); pérdida de estabilidad / control postural; pérdida auditiva transitoria o permanente.
- Cambios en la percepción del color, la forma, el tamaño, la profundidad y la distancia.
- Cambios en la agudeza visual.
- Visión doble (diplopía)
- Problemas de convergencia visual y acomodación.
- Sensibilidad a la luz
- Déficit de campo visual / negligencia visual
Cognición
- Déficits en el cambio de atención entre tareas
- Dificultad con atención selectiva.
- Atención sostenida deteriorada para la finalización de tareas o el compromiso conversacional
- Reducción de la capacidad de atención.
- Velocidad de procesamiento reducida (p. Ej., De habla rápida y / o lenguaje complejo), lo que genera confusión
Comunicación
- Turnos conversacionales marcados por verbosidad
- Dificultad para iniciar una conversación y mantener el tema.
- Dificultad para turnarse en la conversación.
- Deterioro de la capacidad para utilizar la comunicación no verbal de manera efectiva (p. Ej., Tono de voz, expresión facial, lenguaje corporal)
- Incapacidad para interpretar la comunicación no verbal de los demás.
- Anomia o déficit de recuperación de palabras
- Disminución de la capacidad de formular un discurso o conversación organizados.
- Dificultad para seguir instrucciones
- Dificultad para formular un discurso fluido
- Dificultad para hacer inferencias.
- Dificultad para entender el lenguaje abstracto / conceptos
- Tendencia a perseverar en las respuestas verbales.
- Uso de discurso incoherente o confabulatorio
- Dificultad para comprender textos escritos, particularmente con respecto a la sintaxis compleja y el lenguaje figurativo
- Dificultad para planificar, organizar, escribir y editar productos escritos
Pediátrico enfoque de la afasia
Con afasia infantil, el niño con DCI podrá tener dificultades con las comunicaciones habladas y / o escritas. Por lo general, tiene pensamientos coherentes e ideas significativas para compartir, pero tiene problemas para pronunciar las palabras que le permitirán manifestar lo que piensa. Cuando existe este trastorno pediátrico podemos observar:
- El niño habla en oraciones cortas o incompletas
- El paciente usa palabras irreconocibles y construye oraciones que no tienen sentido
- Sustituye una palabra o sonido por otro
- Tiene problemas para interpretar lo que otras personas dicen.
La afasia infantil se clasifica en dos grandes grupos: receptiva (problemas para comprender el lenguaje, seguir una conversación, responder preguntas correctamente) o expresiva (problemas para producir lenguaje, comunicarse con las palabras correctas, repetir lo que ha dicho). Muchos pacientes con DCI o daño cerebral infantil pueden presentar una combinación de los dos tipos. En general, la afasia infantil puede variar en severidad dependiendo de en qué parte del cerebro ocurrió la lesión y qué tan extensa es. El trastorno del lenguaje puede coexistir con otras afecciones, como disartria, apraxia y deterioro cognitivo.
El especialista en habla y lenguaje pediátrico desempeña un papel fundamental tanto en la evaluación como en el tratamiento de la afasia infantil en aquellos pacientes con DCI o daño cerebral infantil. La evaluación implica el uso de una variedad de herramientas que incluyen pruebas estandarizadas, observaciones informales e informes de padres y pacientes para evaluar la comprensión auditiva, la expresión verbal, la comunicación funcional y las habilidades de lectura y escritura.
El tratamiento pediátrico para estos casos busca restaurar la mayor capacidad del lenguaje posible a través de una terapia individual, grupal y comunitaria centrada en la rehabilitación cognitiva. Dicha rehabilitación, que es más efectiva cuando comienza poco después de la lesión y se adapta a las necesidades del niño con DCI, se enfoca en enseñar cómo compensar la pérdida de las habilidades del lenguaje y encontrar otros métodos para comunicarse. Con frecuencia en este enfoque pediátrico de la afasia infantil se suelen utilizar las siguientes técnicas:
- extensos ejercicios de lectura, escritura y seguimiento de instrucciones
- tarjetas con dibujos y tableros
- libros de trabajo
- computadoras y tabletas
- dispositivos de comunicación aumentativos y alternativos.
Dado el amplio grado de gravedad de la afasia infantil en pacientes con daño cerebral infantil, los resultados pueden ser difíciles de predecir, aunque los niños, en virtud de su corta edad, tienden a tener mejores resultados. Y aunque pocos pacientes con DCI recuperan los niveles de comunicación completos previos a la lesión, la mayoría de los pacientes hacen un proceso significativo y mejoran su calidad de vida de forma considerable.
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Trata la historia de dos niños, Popi y Pepa que son vecinos de cama. Uno de ellos, por su enfermedad lleva mucho tiempo ingresado y ve como sus compañeros de habitación van y vienen. Popi sabe cómo se encuentran: asustados, perdidos y tristes y ante ese escenario decide ayudarles desde su experiencia. Con sus consejos hace que su día a día en el hospital sea ameno y productivo. Las pautas de estimulación y contención que Popi da a Pepa hacen que ella entienda qué le pasa y qué puede hacer para mejorar.
Los objetivos son el entretenimiento y proporcionar información sobre el proceso por el que están pasando, explicando la enfermedad y ofreciendo pautas de estimulación divertidas y fáciles de seguir.