El sistema nervioso periférico se refiere a partes del sistema nervioso que están fuera del encéfalo y de la médula espinal: este se compone de los nervios craneales, los nervios espinales y sus raíces y ramas, los nervios periféricos y las uniones neuromusculares. Las células del asta anterior, aunque técnicamente forman parte del sistema nervioso central (SNC), suelen relacionarse al sistema nervioso periférico debido a que forman parte de la unidad motora.
En el sistema nervioso periférico, los axones conducen información hacia y desde el sistema nervioso central. El sistema nervioso autónomo es la parte del sistema nervioso que se ocupa de la inervación de estructuras involuntarias, como el corazón, el músculo liso y las glándulas del cuerpo.
¿Qué es el sistema nervioso periférico?
El sistema nervioso periférico (SNP) es la división del sistema nervioso que contiene todos los nervios que se encuentran fuera del sistema nervioso central (SNC): la función principal del SNP es conectar al SNC con los órganos, las extremidades y la piel. Estos nervios se extienden desde el sistema nervioso central hasta las áreas más externas del cuerpo.
El sistema periférico permite que el cerebro y la médula espinal reciban y envíen información a otras áreas del cuerpo, lo que a su vez hace que podamos reaccionar a los estímulos de nuestro entorno.
El sistema nervioso periférico se divide en dos partes: el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo. Cada uno de estos componentes juega un papel fundamental en el funcionamiento del sistema nervioso periférico.
El sistema nervioso somático (SNS)
El sistema somático es la parte del sistema nervioso periférico responsable de transportar información sensorial y motora hacia y desde el sistema nervioso central. El sistema nervioso somático deriva su nombre de la palabra griega soma, que significa «cuerpo».
Además de lo mencionado, este sistema contiene dos tipos principales de neuronas:
- Neuronas motoras: también llamadas eferentes, las neuronas motoras transportan información desde el cerebro y la médula espinal a las fibras musculares de todo el cuerpo. Estas neuronas motoras nos permiten realizar una acción física en respuesta a los estímulos del entorno.
- Neuronas sensoriales: también llamadas aferentes, las neuronas sensoriales transportan información desde los nervios hasta el sistema nervioso central. Son este tipo de neuronas las que nos permiten captar información sensorial y enviarla al cerebro y la médula espinal.
Impacto del daño cerebral en el SNS
Las enfermedades del sistema nervioso somático son aquellas que afectan los nervios periféricos que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal. Las que afectan a las fibras nerviosas periféricas del sistema nervioso somático pueden causar lo que se conoce como neuropatía periférica, que conduce a un daño a los nervios que provoca entumecimiento, debilidad y dolor en las manos y los pies.
Las causas del daño a los nervios periféricos que se encuentran en el sistema somático pueden incluir afecciones presentes desde el nacimiento y condiciones adquiridas. La diabetes es una de las causas más comunes de neuropatía periférica, pero también puede ser causada por afecciones autoinmunes, enfermedades infecciosas y traumatismos.
Los tipos de enfermedades del sistema nervioso somático también incluyen neuropatías del plexo braquial, síndrome de Guillain-Barré, miastenia gravis, neuralgia del trigémino y síndromes de compresión nerviosa.
El sistema nervioso autónomo
El sistema autónomo es la parte del sistema nervioso periférico responsable de regular las funciones corporales involuntarias, como el flujo sanguíneo, los latidos del corazón, la digestión y la respiración.
En otras palabras, es el sistema autónomo el que controla aspectos del cuerpo que normalmente no están bajo nuestro control voluntario. Este sistema permite que estas funciones se lleven a cabo sin necesidad de pensar conscientemente en que suceden.
El sistema autónomo se divide además en dos ramas:
- Sistema parasimpático: ayuda a mantener las funciones corporales normales y a conservar los recursos físicos. Una vez que ha pasado una amenaza, este sistema ralentizará la frecuencia cardíaca, ralentizará la respiración, reducirá el flujo sanguíneo a los músculos y contraerá las pupilas. Esto nos permite devolver nuestro cuerpo a un estado de reposo normal.
- Sistema simpático: al regular la respuesta de huida o de lucha, el sistema simpático prepara al cuerpo para gastar energía para responder a las amenazas ambientales. Cuando se necesita acción, el sistema simpático desencadena una respuesta acelerando la frecuencia cardíaca, aumentando la frecuencia respiratoria, impulsando el flujo sanguíneo a los músculos, activando la secreción de sudor y dilatando las pupilas.
Funciones del sistema autónomo
El sistema autónomo controla una variedad de procesos internos que incluyen:
- Digestión
- Presión arterial
- Ritmo cardiaco
- Micción y defecación
- Respuesta pupilar
- Frecuencia respiratoria
- Temperatura corporal
- Metabolismo
- Equilibrio electrolítico
- Producción de fluidos corporales, incluidos sudor y saliva
- Respuestas emocionales
Las vías nerviosas autónomas conectan diferentes órganos con el tronco encefálico o la médula espinal. También existen dos neurotransmisores clave, o mensajeros químicos, que son importantes para la comunicación dentro del sistema nervioso autónomo:
- La acetilcolina, que se usa a menudo en el sistema parasimpático para tener un efecto inhibidor.
- La norepinefrina, que actúa dentro del sistema simpático para tener un efecto estimulante en el cuerpo.
Problemas que pueden surgir en el sistema autónomo
Cuando los componentes parasimpático y simpático del sistema nervioso autónomo se desincronizan, las personas pueden experimentar un trastorno autónomo, también llamado disautonomía.
Existen numerosos tipos de trastornos autónomos, cada uno con su propio conjunto único de síntomas. Entre ellos encontramos los siguientes:
- Parálisis autónoma aguda
- Fallo en la actividad barorrefleja aferente
- Disautonomía familiar (síndrome de Riley-Day)
- Hipotensión ortostática idiopática
- Atrofia multisistémica
- Hipotensión ortostática
- Hipotensión posprandial
- Hipotensión ortostática secundaria
Estos trastornos pueden ocurrir solos o como resultado de otras afecciones que causan trastornos en el sistema nervioso autónomo, como el abuso de sustancias, las enfermedades autoinmunes, el síndrome de fatiga crónica, la diabetes, la enfermedad de Parkinson, la neuropatía periférica y los trastornos de la medula espinal.