La comunicación es un proceso complejo que involucra muchos aspectos del pensamiento y las habilidades sociales, pudiendo verse afectadas tras el daño cerebral: si una lesión neurológica afecta alguna de estas habilidades, puede tener un impacto serio en la capacidad de comunicarse correctamente del paciente.
Daño cerebral y problemas cognitivos de comunicación
Los lóbulos frontales son particularmente importantes para las habilidades cognitivas como la comunicación gracias a su papel en las «funciones ejecutivas» del cerebro, incluyendo la planificación, la organización, el pensamiento flexible y el comportamiento social.
Las dificultades en la comunicación tras el daño cerebral refleja una variedad de posibles afectaciones cognitivas en el paciente, tales como:
- Alteraciones en la atención y concentración
- Problemas de memoria
- Interpretaciones literales en las conversaciones
- Disminución de las habilidades de razonamiento y resolución de problemas.
- Fatiga cognitiva
- Lentitud en el procesamiento de la información
- Habilidades de comunicación social deterioradas
Dificultades de atención y concentración
Los problemas en esta área pueden contribuir a una gran variedad de dificultades de comunicación y transformar el acto de socializar en un verdadero desafío para el paciente que ha sufrido Daño Cerebral (DC). Por ejemplo:
Puede tener dificultades para concentrarse en las conversaciones, lo que a su vez puede provocar que las charlas terminen de forma abrupta o que las evite por completo.
No prestar atención puede hacer que la persona pierda información importante cuando se comunica con otros, lo que a su vez puede llevar a que diga o haga cosas inapropiadas. Por ejemplo, puede que un conocido le haya comentado que su mascota ha muerto, y como consecuencia de la dificultad para prestar atención a la conversación, es posible que la persona con DC. le pregunte a su interlocutor cómo está su mascota.
Puede resultar difícil dividir la atención entre dos o más actividades. Por ejemplo, la persona puede ignorar lo que dice alguien cuando realiza otra actividad al mismo tiempo, lo que a su vez puede parecer grosero para quienes no comprenden o conocen la situación particular de la persona con Daño Cerebral (DC) .
Daño cerebral, alteraciones de memoria y relaciones sociales
Un paciente que, producto del daño cerebral, tiene problemas de memoria tendrá dificultades para acceder a información almacenada que teóricamente ya conoce: esto puede impactar en su habilidad de recordar eventos o situaciones pasadas o los nombres de las personas, algo clave a la hora de entablar una conversación.
No recordar nombres o rostros en una fiesta, o información relevante para una conversación determinada, puede causar vergüenza y puede llevar a que la persona con daño cerebral prefiera evitar los encuentros sociales por completo.
Interpretación literal de las cosas
El daño en el lado derecho del cerebro puede llevar a que la persona interprete la información verbal de manera muy concreta y literal: pueden ver reducida su capacidad para captar el humor o el sarcasmo o pasar por alto los sutiles matices de una conversación, donde no siempre lo que se escucha es lo que el otro quiere decir en realidad.
Este tipo de dificultad puede hacer que el paciente se tome las cosas de una manera incorrecta, malinterpretando chistes pudiendo derivar la situación en una discusión. Por otro lado, también puede complicar al paciente a la hora de entender expresiones comunes que se utilizan de manera regular en las conversaciones cotidianas.
Disminución de las habilidades de razonamiento y resolución de problemas
La capacidad alterada para resolver problemas puede resultar en que la persona tenga dificultades para usar el lenguaje expresar de manera correcta la solución ante un inconveniente imprevisto (por ejemplo, cómo llegar a casa tras perder el último autobús). Esto puede hacer que tomen decisiones o resoluciones incorrectas frente a la incertidumbre (por ejemplo, irse caminando solos a casa en medio de la noche, en lugar de una alternativa más adaptativas, como llamar a casa para que se los recoja).
Las habilidades de razonamiento y resolución de problemas deterioradas también pueden hacer que las personas experimenten dificultades a la hora de conversar con otros, como consecuencia de no poder comprender del todo la lógica del punto de vista del otro o ser muy inflexibles en sus propias posturas.
Velocidad lenta del procesamiento de la información
Esta es otra de las consecuencias comunes a nivel cognitivo de una lesión cerebral y puede significar que la persona no puede mantener una conversación fluida y con ritmo normal: esto se complica aún más cuando el entorno está muy cargado o cuando el paciente debe hablar con más de una persona a la vez.
Habilidades de comunicación social deterioradas
Dentro de cualquier cultura existen ciertas “normas” de comportamiento social aceptadas: cuando existe lesión neurológica de por medio, la capacidad para reconocer y cumplir esas normas de forma eficiente puede verse seriamente afectada.
Quien ha sufrido daño cerebral, puede decir algo equivocado en el momento equivocado y parecer grosero o agresivo, por ejemplo, diciendo «¡Mírala! ¿No es horrible ese abrigo?» en voz alta en el autobús. Si bien se trata de algo que no se hace con mala intención y que es producto de una afectación concreta, puede generar situaciones incomodas para el paciente y su entorno.
Otros problemas potenciales con la comunicación pueden incluir:
- Tendencia a interrumpir a la otra persona porque tiene miedo de que, de lo contrario, olvide lo que quiere decir.
- Capacidad alterada para hablar sobre diferentes temas en una misma conversación
- Hablar solo de sí mismos y obsesionarse con ciertos temas
- Perseverar (o quedarse atascado) en un tema determinado que suele ser su favorito
- Habilidad alterada para dar información de manera ordenada y organizada (por ejemplo, asumiendo que la otra persona comparte conocimientos sobre el tema cuando no lo hace, o viceversa).
- No usar o no poder ‘leer’ las señales no verbales con precisión, como expresiones faciales y lenguaje corporal