La atrofia cerebral es un término que se utiliza para referir a una pérdida de células cerebrales o una pérdida en la cantidad de conexiones entre las células cerebrales. Las personas que experimentan atrofia cerebral suelen sufrir deficiencias en su desarrollo y desempeño cognitivo como resultado de este tipo de daño cerebral.
Atrofia cerebral: ¿qué es?
La atrofia cerebral es la pérdida de células cerebrales, comúnmente llamadas neuronas, y sus conectores electroquímicos. Esta pérdida de células da como resultado la contracción del cerebro y, según su origen y extensión, disminuye la capacidad cognitiva de la persona que sufre la alteración.
Si bien la atrofia cerebral ocurre naturalmente en todos los seres humanos, la pérdida de células puede acelerarse por una variedad de causas, como lesiones, infecciones o enfermedades neurológicas como la demencia, el ictus, el Alzheimer, la parálisis cerebral o la enfermedad de Huntington.
Dependiendo de la causa subyacente, la atrofia cerebral puede progresar de manera muy lenta o muy rápida: lamentablemente, se trata de una condición que es potencialmente mortal y para la cual aún no existe una cura conocida, aunque sí existen abordajes que permiten manejar los síntomas y las complicaciones que surgen a raíz de la enfermedad. En los casos en los que la atrofia cerebral se debe a una infección, el tratamiento de la misma puede evitar que los síntomas de atrofia empeoren.
Causas de la atrofia cerebral
La atrofia cerebral puede deberse a muchas enfermedades del cerebro, lesiones neurológicas o infecciones.
Lesiones neurológicas y atrofia cerebral
La muerte de las células cerebrales puede ocurrir como resultado de un daño concreto en el cerebro, como el daño cerebral traumático o el traumatismo craneoencefálico.
Enfermedades que pueden causar atrofia cerebral
La atrofia cerebral también puede ocurrir como consecuencia de una variedad de trastornos neurológicos que incluyen:
- Enfermedad de Alzheimer
- Parálisis cerebral (grupo de trastornos que afectan el movimiento, el equilibrio y la postura)
- Demencia
- Enfermedad de Huntington (trastorno genético que causa la degeneración de las células nerviosas del cerebro)
- Leucodistrofisias (enfermedades que dañan el material protector alrededor de las células nerviosas)
- Esclerosis múltiple (enfermedad que afecta el cerebro y la médula espinal y causa debilidad, coordinación, dificultades de equilibrio)
- Enfermedad de Pick (forma de demencia que afecta solo a determinadas áreas del cerebro)
Causas infecciosas de atrofia cerebral
La atrofia cerebral también puede resultar de una infección del cerebro producto de:
- VIH y SIDA
- Encefalitis (inflamación e hinchazón del cerebro debido a una infección viral u otras causas)
- Sífilis (enfermedad de transmisión sexual causada por bacterias)
Daño cerebral y atrofia
En algunos casos, la atrofia cerebral se produce debido a un daño cerebral repentino, como:
- Traumatismo en la cabeza
- Infección cerebral (encefalitis)
- Tumor cerebral
Estas causas difieren de las enfermedades neurológicas degenerativas porque involucran un episodio concreto de daño y no una progresión de la lesión.
- El traumatismo craneoencefálico recurrente puede causar múltiples episodios de daño cerebral, lo que puede resultar en una atrofia cerebral severa y una condición que se conoce como encefalopatía traumática crónica.
- Por otro lado, los ictus recurrentes también pueden causar atrofia en múltiples áreas, que suelen manifestarse habitualmente con cambios de comportamiento y demencia vascular. A veces, la esclerosis múltiple (EM) también puede causar áreas de atrofia cerebral.
- Después de que una región del cerebro se lesiona, el área puede estar expuesta a inflamación e hinchazón: eventualmente, esto puede causar necrosis de las células cerebrales afectadas, y producto de esto, distintos grados de atrofia cerebral.
- La parálisis cerebral (PC), una afección congénita, también puede estar asociada con atrofia cerebral, aunque esta última no siempre está presente en las personas que tienen PC.
Síntomas de la atrofia cerebral
Los síntomas de la atrofia cerebral pueden ser generalizados, afectando a todo el cerebro en su totalidad, o localizados, lo que significa que solo ciertas partes del cerebro se ven afectadas. Los síntomas típicos de la atrofia generalizada incluyen:
- Pérdida de la capacidad de razonamiento
- Desorientación
- Dificultad para comunicarse, ya sea oralmente o por escrito
- Pérdida de memoria
- Disminución de la comprensión lectora
- Problemas de aprendizaje
Por otro lado, los síntomas frecuentes de atrofia localizada o focal pueden incluir:
- Dificultad para pararse
- Pérdida de coordinación
- Parálisis parcial
- Ausencia de sensación física en ciertas partes del cuerpo
- Visión doble o desenfocada
- Dificultades para hablar o comprender el habla (afasia)
Algunos síntomas son lo suficientemente graves como para requerir tratamiento médico urgente, por lo que es importante conocerlos para saber cuándo se debe actuar con rapidez: entre estos se encuentran la pérdida del conocimiento, alucinaciones, convulsiones, dolor ocular y conductas agresivas o suicidas.
Atrofia cerebral y su tratamiento
Si bien hasta el momento no existe cura para la atrofia cerebral, sí existen diferentes abordajes para tratar los síntomas que suelen estar asociados a esta condición, que muchas veces surge como consecuencia de una enfermedad subyacente.
En DACER creemos en la intervención multidisciplinar y en la atención personalizada atendiendo a las necesidades de cada paciente en concreto. En el abordaje de la atrofia cerebral, tanto la fisioterapia especializada, la terapia ocupacional, la neuropsicología y la logopedia son herramientas fundamentales para ayudar al paciente a manejar los síntomas de la condición.
- Fisioterapia para mejorar la función motora y retrasar la pérdida de control muscular
- Terapia ocupacional para mejorar la capacidad para realizar las actividades diarias
- Neuropsicología para mejorar el rendimiento cognitivo y trabajar las dificultades emocionales y conductuales.
- Logopedia para disminuir el impacto y desarrollo de la afasia (alteración del habla y la comprensión)