El síndrome del bebé sacudido por lo general ocurre cuando un padre u otro cuidador sacude a un bebé debido a la ira o la frustración, a menudo porque el bebé no deja de llorar, lesionando gravemente el cuerpo y el cerebro del pequeño.
¿Qué sucede cuando se sacude a un niño?
Cuando un bebé o un niño pequeño es sacudido violentamente, la cabeza gira hacia adelante y hacia atrás, lo que hace que su cerebro golpee el cráneo: esto causa inflamación y sangrado del cerebro, pudiendo incluso afectar a los ojos y generar sangrado y daño en la retina. Solo se necesitan unos segundos de agitación para causar un daño permanente a un bebé, debiéndose considerar al acto de sacudir a un niño tan pequeño como un verdadero acto violento. Sacudir a un bebé puede resultar en:
- Daño cerebral permanente
- Ceguera
- Convulsiones
- Parálisis cerebral
- Parálisis
- Alteraciones del desarrollo
- Muerte (según las estadísticas, 1 de cada 4 bebés fallecen producto de esta agresión)
Síndrome del bebé sacudido: efectos de esta situación
Los bebés tienen músculos del cuello muy débiles que no son capaces del todo de sostener por completo sus cabezas, y los temblores severos hacen que la cabeza del bebé se mueva violentamente hacia adelante y hacia atrás, lo que resulta en una lesión cerebral grave y, a veces, fatal.
Sacudir a un bebé puede generar las siguientes consecuencias:
- Hematoma subdural, que es una acumulación de sangre entre la superficie del cerebro y la duramadre (la membrana externa dura y fibrosa que rodea el cerebro). Esto ocurre cuando las venas puente que unen el cerebro a la duramadre se estiran más allá de su capacidad, causando sangrado.
- Hemorragia subaracnoidea, que es una hemorragia entre la aracnoides (membrana en forma de red que rodea el cerebro lleno de líquido cefalorraquídeo) y el cerebro.
- Traumatismo directo a la sustancia cerebral en sí, causado cuando el cerebro golpea las superficies internas del cráneo.
- Cizallamiento o rotura de ramas de células nerviosas (axones) en la corteza y estructuras más profundas del cerebro causado por movimientos violentos en el cerebro.
- Daño irreversible a la sustancia cerebral por la falta de oxígeno si el niño deja de respirar durante las sacudidas.
- Daño a las células cerebrales cuando las células nerviosas lesionadas liberan sustancias químicas que se suman a la falta de oxígeno en el cerebro.
Otras lesiones relacionadas con el síndrome del bebé sacudido pueden ser:
- Las hemorragias retinianas, que varían desde unas pocas hemorragias dispersas hasta hemorragias extensas que afectan a múltiples capas de la retina.
- Fracturas de cráneo resultantes de un impacto cuando el bebé es lanzado contra una superficie dura o blanda.
- Fracturas de otros huesos, incluidas las costillas, la clavícula y las extremidades; hematomas en la cara, la cabeza y todo el cuerpo.
Síndrome del bebe sacudido: Signos y síntomas
En muchas ocasiones no existe la suficiente evidencia externa de lesión o signo físico de violencia hacia los niños que sufren de síndrome del bebé sacudido, lo que dificulta especialmente el diagnóstico: es posible que los cuidadores e incluso los médicos no estén al tanto de lo que le sucedió al bebé, atribuyendo la irritabilidad u otros síntomas del síndrome a otro tipo de causas subyacentes.
Los síntomas de este síndrome varían según el caso, y surgen a raíz de la inflamación cerebral generalizada tras el traumatismo. Estos signos pueden aparecer inmediatamente después de la sacudida y, en la mayoría de los casos, alcanzan su pico en las posteriores 4 a 6 horas. Los siguientes signos y síntomas pueden indicar que se está en presencia de un síndrome del bebé sacudido:
- Nivel alterado de conciencia
- Somnolencia acompañada de irritabilidad.
- Desmayos o perdida repentina de la consciencia
- Convulsiones
- Pupilas dilatadas que no responden a la luz.
- Disminución del apetito
- Vómitos
- Problemas e irregularidades respiratorias
- Respiración anormalmente lenta y superficial.
- Paro cardiaco
Hallazgos físicos tras el examen médico
En el examen médico al pequeño que ha sido sacudido, se podrán observar algunas de las siguientes cuestiones, dependiendo de la gravedad y del caso concreto:
- Hemorragias retinianas
- Sangrado por traumatismo craneoencefálico cerrado (subdural, epidural, subaracnoideo, subgaleal)
- Laceraciones
- Contusiones
- Moratones en la cara, cuero cabelludo, brazos, abdomen o espalda
- Inflamación de los tejidos blandos que puede indicar una fractura del cráneo u otros huesos
- Lesiones abdominales
- Lesiones en el pecho
- Presión arterial anormalmente baja
- Fontanelas abultadas
Habitualmente se realizarán los siguientes estudios y evaluaciones médicas para diagnosticar el síndrome:
- Revisión física general
- Examen del fondo de ojo para detectar hemorragias retinianas
- Tomografía computarizada de la cabeza y el abdomen
- Imágenes por resonancia magnética (IRM) en algunos casos
- Punción lumbar con precauciones
- Escaneo nuclear
- Muestras de sangre
Pronóstico tras el síndrome del bebé sacudido
El pronóstico para los pequeños que han sido víctimas del síndrome del bebé sacudido varía según la gravedad del daño: muchos de estos casos son fatales o conducen a graves déficits neurológicos producto de la lesión cerebral producida por la sacudida.
En los casos de fallecimiento, esto suele suceder en consecuencia de un aumento incontrolable de la presión intracraneal por edema cerebral, sangrado dentro del cerebro o desgarros en el tejido cerebral. Sin embargo, incluso los bebés con lesiones que parecen ser leves pueden presentar dificultades de desarrollo a lo largo de su crecimiento. Por lo general, los bebés que sobreviven con este síndrome pueden desarrollar cualquiera de las siguientes dificultades:
- Parálisis cerebral
- Pérdida de visión o ceguera
- Retraso cognitivo
- Epilepsia
- Convulsiones