Una conmoción cerebral es un tipo de lesión cerebral traumática, o TCE, causada por un golpe o sacudida en la cabeza o por un golpe en el cuerpo que hace que la cabeza y el cerebro se muevan rápidamente hacia adelante y hacia atrás.
Este movimiento repentino puede hacer que el cerebro rebote o impacte en el cráneo, creando cambios químicos en el cerebro y, en ocasiones, dañando las células cerebrales.
Conmoción cerebral: signos y síntomas
Debido a que el cerebro es muy complejo, cada lesión neurológica es diferente: algunos síntomas pueden aparecer de inmediato, mientras que otros pueden no aparecer durante días o semanas tras el incidente.
En ciertas ocasiones, la lesión dificulta la capacidad de la persona de poder reconocer que está teniendo un problema concreto producto de su TCE, sobre todo teniendo en cuenta que muchas veces los signos de conmoción cerebral pueden ser verdaderamente sutiles.
En la mayoría de los casos, los pacientes que han sufrido una conmoción cerebral se recuperan por completo, aunque esta rehabilitación puede llevar tiempo y esfuerzo, además de la intervención de un equipo multidisciplinar en el plan de recuperación.
Síntomas de conmoción cerebral en adultos
En líneas generales, estos son los síntomas más comunes que presentan los adultos tras haber sufrido una conmoción cerebral:
- Dolores de cabeza leves que no desaparecen
- Tener dificultades para recordar cosas
- Problemas para concentrarse o prestar atención
- Lentitud para pensar, actuar, hablar o leer
- Perderse o confundirse fácilmente
- Dolor de cuello
- Sentirse cansado todo el tiempo, falta de energía generalizada
- Cambio en el patrón de sueño: dormir por periodos de tiempo más largos que antes de la lesión, o por el contrario, dormir demasiado poco o sufrir insomnio.
- Pérdida del equilibrio, sensación de desvanecimiento o mareos
- Mayor sensibilidad a sonidos y a luces
- Visión u ojos borrosos que se cansan fácilmente
- Pérdida del sentido del gusto u olfato
- Zumbido en los oídos
- Cambios de humor
- Sentirse triste, ansioso o apático
- Irritarse o enojarse con facilidad sin razón alguna
- Falta de motivación
Conmoción cerebral en adultos: recomendaciones para la recuperación
Además de contar con un buen equipo de profesionales para abordar la recuperación tras la conmoción cerebral, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones que allanarán considerablemente el camino hacia la rehabilitación completa:
- El descanso es muy importante. Se debe dormir bien por la noche, y darse momentos de descanso durante el día.
- Lo mejor es regresar a las actividades normales gradualmente, no todas a la vez.
- Evitar actividades que puedan provocar una segunda lesión cerebral, como los deportes de contacto, hasta que el médico manifieste que ya se puede participar en estas actividades.
- Pregúntale a tu médico cuándo puedes conducir tu coche, o andar en bicicleta u operar equipo pesado. Lo cierto es que la capacidad de reacción tras una conmoción cerebral puede ser más lenta, y lo ideal es esperar hasta obtener la aprobación del especialista antes de volver a este tipo de actividades.
- Es importante hablar con el equipo multidisciplinar acerca de cuándo regresar al trabajo o la escuela.
- Es fundamental no medicarse en la etapa de recuperación, y tomar solo aquellas medicinas que hayan sido recetadas por el médico.
- Si es más difícil de lo habitual recordar cosas, escribirlas puede ser una gran idea.
- Si te distraes con facilidad, intenta hacer una cosa a la vez. Por ejemplo, no intentes mirar televisión mientras preparas la cena.
- Consulta con familiares o amigos cercanos al tomar decisiones importantes.
- No descuides tus necesidades básicas, como comer bien y descansar lo suficiente.
La conmoción cerebral en niños: síntomas y signos particulares
El tamaño de la cabeza de los niños es desproporcionadamente grande en comparación con el resto de su cuerpo: a medida que los niños llegan a la adolescencia, experimentan un rápido crecimiento de peso y altura.
Estos factores hacen que los niños sean más propensos a sufrir conmociones cerebrales que los adultos. A menudo, es más difícil para los niños pequeños hacer saber a los demás cómo se sienten.
Los síntomas de conmoción cerebral en niños pueden incluir:
- Apatía y cansancio
- Irritabilidad, mal humor
- Cambio en los patrones de alimentación o sueño
- Cambio en la forma en que juegan
- Cambio en la forma en que se desempeñan o actúan en la escuela.
- Falta de interés en los juguetes favoritos.
- Pérdida de habilidades previamente adquiridas, como la de ir al baño solo
- Pérdida del equilibrio, marcha inestable
- Respuesta tardía a preguntas
- Habla arrastrada
- torpeza, falta de coordinación o dificultad para caminar en línea recta
- Llora con mucha facilidad o se enoja fácilmente, mostrando emociones extremas
- Problemas con la memoria: hace preguntas repetidamente, no puede recordar palabras u objetos
- Pérdida de consciencia
Conmoción cerebral en niños: recomendaciones para la recuperación
Los padres de niños que han sufrido una conmoción cerebral pueden ayudarlos a recuperarse de forma más eficiente teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones y apoyándose siempre en los profesionales:
- Hacer que el niño descanse lo suficiente.
- Asegurarse de que el niño evite actividades que podrían resultar en un segundo golpe en la cabeza, como andar en bicicleta, practicar deportes o trepar en el parque infantil, hasta que el médico diga que el niño está lo suficientemente bien como para participar en estas actividades.
- Hablar con el médico sobre cuándo el niño debe regresar a la escuela y otras actividades y cómo lidiar con los desafíos que el paciente enfrentara una vez que recupere sus espacios habituales.
Compartir información sobre la conmoción cerebral con maestros, consejeros, niñeras, entrenadores y otras personas que interactúan con el niño de forma cotidiana para que puedan comprender lo que sucedió y ayudar en el proceso de adaptación del pequeño.