Síntomas persistentes de conmoción cerebral

Un absceso cerebral es una infección, una colección de material purulento en los hemisferios cerebrales, que se comporta clínicamente como una masa intracraneal y que ocurre generalmente como consecuencia de una infección bacteriana, generando una inflamación en el cerebro debido a la acumulación de pus y células muertas que se forman.

Puntos clave sobre el absceso cerebral

Algunas cuestiones clave que debemos comprender acerca del absceso cerebral:

  • Un absceso cerebral es una infección en el cerebro, y se trata de una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato.
  • Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, fiebre, cambios de conciencia, confusión, rigidez del cuello, vómitos, convulsiones, debilidad, dificultad para moverse y cambios en la visión.
  • El tratamiento consiste en antibióticos potentes, a veces junto con otros medicamentos, como esteroides, y medicamentos para prevenir las convulsiones. Podría ser necesaria una cirugía para drenar el líquido del absceso o para extirparlo por completo.

Absceso cerebral: ¿cómo se forma?

El absceso cerebral se forma cuando hongos, virus o bacterias llegan al cerebro a través de una herida en la cabeza o una infección en otra parte del cuerpo. Según investigaciones recientes, las infecciones de otras partes del cuerpo representan entre el 20 y el 50 por ciento entre los casos de abscesos cerebrales.

Por otro lado, las infecciones cardíacas y pulmonares se encuentran entre las causas más comunes de abscesos cerebrales, aunque también pueden surgir a raíz de una infección del oído o de los senos nasales, o incluso por un absceso dental.

Absceso cerebral: ¿Cuáles son los factores de riesgo?

Si bien cualquier persona puede sufrir un absceso cerebral, existen ciertos grupos que tienen un riesgo mayor de padecerlo. Algunas enfermedades, trastornos y afecciones que aumentan el riesgo son:

  • Sistema inmunológico comprometido debido al VIH
  • Cáncer y otras enfermedades crónicas
  • Cardiopatía congénita
  • Lesión grave en la cabeza o fractura de cráneo
  • Meningitis
  • Fármacos inmunosupresores
  • Infecciones crónicas de los senos nasales o del oído medio

Ciertos defectos de nacimiento permiten que las infecciones lleguen al cerebro con mayor facilidad a través de los dientes y los intestinos, como la tetralogía de Fallot, que es un defecto cardíaco.

¿Cuáles son los síntomas de un absceso cerebral?

Los síntomas generalmente se desarrollan de manera lenta durante varias semanas, aunque también pueden aparecer de forma repentina. Algunos de los síntomas más frecuentes de absceso cerebral son:

  • Alteraciones en los procesos mentales: mayor confusión, menor capacidad de respuesta e irritabilidad
  • Disminución en la capacidad de habla
  • Disminución del movimiento debido a la pérdida de la función muscular
  • Cambios en la visión
  • Cambios en la personalidad o el comportamiento
  • Vómitos
  • Fiebre
  • Rigidez del cuello, especialmente cuando se presenta con fiebre y escalofríos
  • Sensibilidad a la luz

Absceso cerebral y su proceso de diagnóstico

Diagnosticar un absceso cerebral no suele ser sencillo, ya que sus primeros síntomas son muy generales y pueden estar asociados a diferentes patologías. Como consecuencia de esto, el correcto diagnóstico de absceso cerebral suele darse aproximadamente dos semanas después de la aparición de los primeros signos.

Para diagnosticar un absceso cerebral, se necesitan pruebas que proporcionen imágenes del interior del cerebro, además de análisis de sangre y otros líquidos corporales para encontrar la fuente de la infección, como el líquido cefalorraquídeo.

El especialista llevará adelante un examen neurológico para buscar cambios en la función motora y sensorial, la visión, la coordinación y el equilibrio, el estado mental y el estado de ánimo o el comportamiento. Por otro lado, solicitará distintos exámenes de diagnóstico como:

  • Imágenes por resonancia magnética o tomografía computarizada (TC) de la cabeza
  • Análisis de sangre para buscar signos de gérmenes e infección.
  • Pruebas de una muestra del absceso para determinar la causa de la infección.

¿Cómo se trata el absceso cerebral?

El tratamiento del absceso cerebral generalmente requiere un enfoque doble:

Tratamiento de la infección con antibióticos: si se conoce el tipo específico de bacteria, se usa un antibiótico dirigido; de lo contrario, se administran antibióticos de amplio espectro para eliminar una gran cantidad de posibles agentes infecciosos. Los antibióticos generalmente se mantienen durante seis semanas o más para garantizar la desaparición de la infección.

Drenaje o extirpación del absceso: si se puede llegar fácilmente al absceso y hay poco peligro de dañar el cerebro, este se puede extirpar quirúrgicamente. En otros casos, el absceso se drena, ya sea cortándolo o insertando una aguja.

Pronóstico

Si no se trata, un absceso cerebral puede resultar fatal para quien lo sufre. La mayoría de las personas con este tipo de infección se tratan con éxito, aunque desafortunadamente, los problemas neurológicos a largo plazo son comunes incluso tras haber eliminado el absceso y tratado la infección. Por ejemplo, pueden existir problemas posteriores persistentes con las funciones ejecutivas, problemas motores, cambios de personalidad o convulsiones debido a cicatrices u otros daños en el cerebro.

Para casos de emergencia Llamar al :91-667-16-46

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