Un traumatismo craneoencefálico, entendiéndolo como la lesión en las estructuras de la cabeza producida por fuerzas mecánicas, puede cambiar la forma en que las personas sienten o expresan sus emociones. Las consecuencias de este tipo de lesión pueden variar mucho de persona en persona, según la gravedad de la misma y la zona que se haya visto afectada por el golpe. Entre los distintos signos conductuales y emocionales, es frecuente observar cambios de personalidad, cambios bruscos de humor, ansiedad, depresión, entre otras. En esta ocasión les contamos un poco más acerca de cómo un traumatismo craneoencefálico puede afectar el aspecto conductual y emocional del paciente.
Traumatismo craneoencefálico: ¿por qué se ven afectados los comportamientos y emociones?
Cuando se produce un traumatismo craneoencefálico, y siempre dependiendo de qué partes del cerebro hayan sido afectadas, existen significativas posibilidades de que el paciente sufra cambios en su comportamiento o en la manera e intensidad en la que experimenta las emociones.
El lóbulo frontal, por ejemplo, es quien ayuda a controlar cuestiones clave de la personalidad como la impulsividad, por lo que si se encuentra dañado se verá afectado el mecanismo que nos asegura el autocontrol. En estos casos, es frecuente que el paciente sienta que no puede controlar su ira o sus emociones, e incluso se encontrará haciendo comentarios inapropiados sin darse cuenta de que los mismos están fuera de lugar.
Algunos de los problemas emocionales y de comportamiento más comunes pueden experimentar las personas con un traumatismo craneoencefálico incluyen:
- Arrebatos verbales
- Arrebatos físicos
- Falta de criterio y desinhibición
- Comportamiento impulsivo
- Negatividad
- Intolerancia
- Apatía
- Rigidez e inflexibilidad
- Comportamiento arriesgado
- Falta de empatía
- Falta de motivación o iniciativa.
- Depresión o ansiedad
Dificultad para controlar las emociones o labilidad emocional
Entre los distintos efectos a nivel emocional que pueden surgir a raíz de un traumatismo craneoencefálico, los cambios bruscos e intensos de humor son de los más frecuentes.
¿Qué causa este problema?
La labilidad emocional surge a raíz de lesiones en la parte del cerebro que controla las emociones y el comportamiento, más concretamente en el lóbulo frontal y sus conexiones. Los cambios de humor sin duda pueden resultar muy confusos para las personas cercanas del paciente, pero entender que se trata de una consecuencia de la lesión cerebral y que la persona además no tiene el total control sobre ello es sumamente importante para poder transitarlo de la mejor manera posible y evitar el estigma que suele rodear a estas situaciones.
Trastornos de ansiedad
Los trastornos de ansiedad se caracterizan por ser un sentimiento de miedo o preocupación excesiva que no resulta proporcional a la situación. Las personas con lesión cerebral traumática pueden sentirse ansiosas sin saber exactamente por qué, o pueden preocuparse y ponerse ansiosos por cometer errores, o «fallar» en una tarea, por ejemplo. Muchas situaciones que para cualquiera podrían parecer normales o cotidianas pueden ser más difíciles de manejar después de una lesión cerebral traumática y, como efecto, generar una sensación abrumadora de ansiedad y nerviosismo en el paciente.
¿Qué causa la ansiedad tras un traumatismo craneoencefálico?
Las dificultades cognitivas producto de la lesión cerebral traumática pueden hacer que resulte complicado para el paciente resolver ciertas cuestiones, lo que a su vez generará sensaciones abrumadoras y nerviosismo en virtud de la presión por no poder cumplir con la tarea.
Por otro lado, situaciones que requieren de mucha atención y procesamiento de información pueden hacer que las personas con LCT se sientan ansiosas. Ejemplos de tales situaciones pueden ser entornos con muchas personas, mucho tráfico con ruido de coches en la calle o niños ruidosos alrededor.
Estallidos de irritabilidad
Los estudios muestran que hasta el 71% de las personas con traumatismo craneoencefálico sufren de estallidos de irritabilidad. Esto puede resultar especialmente difícil para el entorno del paciente, ya que muchas veces gritará, usará malas palabras, azotará puertas o hasta podrá agredir verbalmente a su familia o amigos.
¿Qué causa este problema?
Los arrebatos de mal genio o irritabilidad tras una lesión cerebral traumática son causados por varios factores, incluyendo:
- Lesión en las partes del cerebro que controlan la expresión emocional
- Frustración e insatisfacción con los cambios provocados por la lesión, como la pérdida del trabajo y la autonomía
- Sentirse aislado, deprimido o incomprendido
- Dificultad para concentrarse, recordar, expresarse o seguir conversaciones, cuestiones que también pueden generar frustraciones
Traumatismo craneoencefálico: ¿cómo afrontar estas dificultades?
Para enfrentar los problemas conductuales y emocionales producidos por el traumatismo craneoencefálico, es fundamental poder identificar y aceptar cuáles son las limitaciones del paciente. Para ello se debe realizar una evaluación neuropsicológica integral que deberá articularse con el resto de los abordajes profesionales, y así trazar las estrategias adecuadas que permitirán enfrentar los problemas conductuales específicos del sujeto.