Lo distintos diccionarios definen al estrés como «un estado de tensión mental o emocional resultante de circunstancias adversas o muy exigentes». Todos estamos muy familiarizados con la experiencia de eventos estresantes, son cuestiones que ocurren todos los días y vienen en varias formas, por lo que todos tenemos la capacidad de comprender de qué hablamos cuando se habla de estrés.
¿Sabes cómo el estrés afecta a la mente y el cuerpo? Este fenómeno puede provocar síntomas físicos, como dolores de cabeza o dolor en el pecho y también puede influir en cambios de humor y problemas de salud mental como ansiedad, angustia o depresión. Incluso puede conducir a cambios de comportamiento, como arrebatos de ira o conductas adictivas llenas de excesos. Lo que quizás no sepas es que el estrés también puede tener un impacto en el cerebro: cuando nos enfrentamos al estrés, el cerebro pasa por una serie de reacciones, algunas buenas y otras malas, diseñadas para protegerse de posibles amenazas.
El estrés cambia la estructura del cerebro
Los neurocientíficos de la Universidad de Berkeley descubrieron que el estrés crónico provoca cambios a largo plazo en la estructura y función del cerebro. Su descubrimiento puede explicar por qué los jóvenes que están expuestos al estrés crónico tempranamente en su vida son susceptibles a problemas mentales, como ansiedad y trastornos del estado de ánimo, a medida que van camino a la adultez. Se ha establecido que las enfermedades relacionadas con el estrés, como el trastorno de estrés postraumático, generan cambios en la estructura del cerebro, incluidas las diferencias en el volumen de la materia gris frente a la materia blanca , y el tamaño y la conectividad de la amígdala.
El estrés afecta a la memoria
Los científicos han descubierto que el estrés tiene un impacto en la memoria: se ha demostrado que el estrés tiene un impacto significativo en cómo el cerebro procesa la información y la almacena, por lo que no se trata simplemente de una perdida de atención sino que impacta directamente en la estructura y en la forma en la que funciona estructuralmente.
El estrés afecta dos áreas cruciales del cerebro cuando se trata de la memoria: el hipocampo y la amígdala. Estas regiones están vinculadas a nuestra capacidad de aprender, procesar y almacenar recuerdos a corto y largo plazo. El hipocampo es responsable de la formación de recuerdos de hechos vividos, mientras que la amígdala es responsable de las respuestas emocionales. Bajo estrés, el equilibrio entre estas dos regiones se ve alterado ya que el estrés debilita el hipocampo y fortalece la amígdala. Esto significa que aumentar el estrés en nuestros cerebros hará que las emociones que experimentamos pasen por alto la información objetiva y todo se distorcione.
El estrés aumenta el riesgo de enfermedades
El estrés nos predispone a desarrollar una gran variedad de enfermedades mentales, como ansiedad y trastornos de pánico, depresión, trastorno bipolar y estrés postraumático.
Por otro lado, cuando se experimenta estrés a largo plazo, el cerebro está expuesto a niveles elevados de una hormona llamada cortisol. Esta exposición debilita el sistema inmunológico, lo que hace que sea más fácil enfermarse
Lidiar con el estrés luego de la lesión cerebral
El estrés después de una lesión cerebral puede ser aún más desafiante porque el cerebro ahora está constantemente bajo estrés en virtud del traumatismo o el daño que ha sufrido. El estrés puede desencadenar síntomas posteriores a la conmoción cerebral, especialmente si no se los controla adecuadamente, por lo que se lo debe tomar como un indicador que refiere a la necesidad de mejorar la manera en la que se está abordando el mismo profesionalmente.