Terapia Ocupacional

AVD y el estimulo de la vida autónoma

Si has pasado tiempo en un centro de atención médica, es posible que hayas oído el término «AVD» utilizado por el personal. AVD es la abreviatura médica de «Actividades de la vida diaria” y por definición estas son las tareas esenciales que cada persona necesita realizar, de manera regular, para mantener la supervivencia y el bienestar básicos en el marco de una vida autónoma. El término ayuda a los profesionales de la salud a comunicar rápidamente el nivel de asistencia que un individuo podría necesitar o cómo su salud está afectando su vida cotidiana.

AVD y sus distintos tipos

Un estándar para definir las áreas de AVD es el “Marco de práctica de terapia ocupacional”, que define las AVD como «actividades que están orientadas a cuidar del propio cuerpo». Las actividades se dividen en nueve áreas diferentes:

• Bañarse / ducharse
• Aseo e higiene del baño
• Vendaje
• Comer / tragar
• Alimentación (la configuración, organización y llevar comida a la boca)
• Movilidad funcional (la capacidad de moverse de un lugar a otro mientras se realizan AVD, ya sea bajo la propia potencia o con la ayuda de una silla de ruedas u otro dispositivo de asistencia)
• Cuidado del dispositivo personal (utilizando elementos esenciales de cuidado personal como audífonos, lentes de contacto, anteojos, aparatos ortopédicos, andador, etc.)
• Higiene personal y aseo personal
• Actividad sexual

La afectación de las AVD y las alteraciones del estado de alerta, terapia ocupacional

La terapia ocupacional es una parte esencial de un programa de rehabilitación, sobre todo cuando existen alteraciones del estado de alerta que impiden que una persona pueda llevar una vida autónoma y con buena calidad de vida. Este tipo de tratamiento, que debe desarrollarse con un apartamento adaptado a las necesidades de quien lo realiza, permite a las personas volver a un estilo de vida productivo e independiente. Más de un tercio de los terapeutas ocupacionales trabajan con adultos mayores que han sido afectados por una enfermedad, lesión, discapacidad o condición de salud mental como alteraciones del estado de alerta que requieren de un abordaje integral y de distintas practicas de estimulación neurosensorial para recuperar la autonomía.

AVD , terapia ocupacional en mayores y estimulación neurosensorial

ADL y los profesionales de terapia ocupacionalLa terapia ocupacional para personas mayores tiene un enfoque especial en lo que el individuo todavía es capaz de hacer, en lugar de lo que no puede hacer, y en ayudarlo a superar sus limitaciones o desafíos para que pueda lograr una vida autónoma y recuperar un poco de esa libertad perdida en virtud de distintas dificultades o de alteraciones del estado de alerta que si no se abordan profesionalmente pueden resultar peligrosas para el mismo individuo. Los terapeutas ocupacionales también educan a los cuidadores familiares, ayudándoles a encontrar el apoyo y la asistencia que puedan necesitar para continuar brindando la atención de la más alta calidad a sus seres queridos mayores en el hogar y para que estos puedan además realizar sus AVD con la mayor normalidad posible.
A menudo, al utilizar herramientas adaptativas, la terapia ocupacional incorpora actividades significativas para mejorar las habilidades para la rutina diaria y promover la participación de estos pacientes en sus AVD y lograr de alguna manera una vida autónoma de mejor calidad. A través de la educación, las técnicas de rehabilitación con enfoque en estimulación neurosensorial y el ejercicio, los terapeutas ocupacionales fomentan el re aprendizaje y la mejora de las habilidades motoras finas, la fuerza y ​​la destreza.
El terapeuta ocupacional primero evaluará la condición del individuo y luego determinará qué tipos de actividades se pueden realizar sin asistencia, cuáles necesitan ayuda y cuáles no se pueden completar dentro de las AVD que realiza frecuentemente el paciente o que solía realizar. Luego, desarrollarán un plan de atención personalizado basado en la naturaleza y el grado de la disfunción, así como también qué servicios especiales e intervenciones terapéuticas pueden ser necesarias. Para lograr un enfoque adecuado, se debe contar con un apartamento adaptado que le permita al paciente obtener lo que sus efectivas necesidades requieren.
A diferencia de la terapia física, que se enfoca en restaurar la fuerza muscular, la flexibilidad y el rango de movimiento, la terapia ocupacional es clave para restaurar las habilidades para realizar actividades básicas de la vida diaria (AVD), también llamadas actividades de autocuidado que son fundamentales para una vida autónoma. Ser capaz de completar estas AVD con éxito permite que las personas mayores se mantengan tan independientes como sea posible, con la esperanza de que vuelvan a su estilo de vida previo a la enfermedad o la lesión.
Algunas de las actividades de la terapia ocupacional de la vida diaria ayudan a mejorar o restaurar incluye:

• Comer y alimentarse
• Bañarse y ducharse
• Movilidad: subir y bajar, moverse mientras realiza actividades
• Higiene personal / aseo personal: cepillarse los dientes, lavarse y peinarse, etc.
• Aseo
• Actividades diarias más complejas como cocinar, escribir, limpiar, etc.

Los terapeutas ocupacionales también pueden ayudar a crear un ambiente hogareño seguro o apartamento adaptado para que las personas mayores regresen después de una estadía en un centro de enfermería especializada. Los profesionales visitarán el hogar y notarán dónde pueden necesitarse modificaciones para facilitar la vida, como instalar barras de apoyo o un asiento en la ducha en el baño, así como recomendar dispositivos de asistencia o mejoras en el hogar que ayudarán a las personas mayores a completar tareas y vivir lo más seguro posible, cuestiones fundamentales cuando existen alteraciones del estado de alerta que pueden hacer de cualquier actividad cotidiana algo peligroso o dificultoso de realizar.
A medida que avanza la terapia, el terapeuta ocupacional reevaluará regularmente el plan de atención personalizado y hará los ajustes que sean necesarios. Observarán qué objetivos se están cumpliendo y cuáles no, y cambiarán el plan de intervención para adaptarse a las áreas que necesitan más trabajo para que la persona en cuestión pueda realizar sus AVD con la mayor autonomía posible.